"No nos quedó nada"

"Como congregación, es un gran dolor todo lo que hemos vivido.. Para nosotras, perder todo esto, no sólo con el fuego, sino con el agua, es perder nuestras raíces, nuestra historia", comenta la superiora provincial de las Hermanas de la Providencia. La hermana Ana Teresa Araya asegura que casi todo el material valioso relacionado con la madre Bernarda Morin está a salvo. "Acá se encontraban sus cosas personales, su hábito, sus lentes, su escritorio. Gracias a Dios, todos sus escritos personales están en Roma. Sin embargo, lo que estaba en el museo era de mucho valor sentimental para nosotras. La noche del incendio pudimos ingresar y rescatar algunas cosas, pero el grueso del patrimonio está perdido".

Frente a la consulta de qué sucederá con el lugar, la Hermana Ana Teresa es clara: "Pronunciarnos sobre el tema es muy prematuro, todavía no hemos pensado qué vamos a hacer, estamos recién comenzando a vivir el duelo". Confiesa que la iglesia es pérdida total. "No nos quedó nada, perdimos desde el sagrario, la imaginería religiosa y hasta el mármol. Todavía no podemos evaluar, ya que no se nos ha permitido el ingreso porque todavía hay focos del incendio, principalmente en el subterráneo: Actualmente, Bomberos y Carabineros trabajan en un catastro, nosotras no estamos autorizadas para ingresar".
En relación a la tumba de la madre Bernarda Morin, aclara que a los restos no les pasó nada: "Se quemó la caja de madera, pero no el acrílico, donde se encontraba ella. "Gracias a Dios, todos los escritos personales de la madre Bernarda Morin están en Roma, donde está siendo estudiada su causa de beatificación"
Fotografias : Diario El Mercurio
Lea entrevista completa en Diario El Mercurio 26/01/2010